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23 de noviembre de 2022La mujer que se transforma en madre y tienen tantos deberes de la casa hacia adentro y de la casa hacia afuera.
Por Laura Krochik
De las madres se espera TODO. Y por más que nos esforcemos en visibilizar la maternidad esta creencia de expectativa y totalidad subyace en cuanto el colectivo concibe el ROL MATERNO.
La madre que puede y debe. La mujer que se transforma en madre y tienen tantos deberes de la casa hacia adentro y de la casa hacia afuera.
Nadie lo dice a viva voz porque es uno de los tantos temas que se tocan poco, como si la magnitud del rol materno se tuviera que adecuar a un silencio conveniente.
¿Qué se espera?
Se espera que una mujer pueda concebir, gestar, dar a luz.
Se espera que una madre que después amamante, cuide a su cría y la defienda, la crie bajo el amparo y el amor sin dejar de lado la distancia necesaria para entender los infinitos matices de la crianza. Una madre que acompaña pero también que suelta, que sostenga pero a la vez de alas.
Se espera que la mujer se recupere rápidamente de los embates de la gestación, puerperio y salga al mundo como si nada hubiera pasado.
Se espera que cuide su casa con todo lo que ello implica.
Se espera que esté atenta a los hijos, a la pareja y a sí misma. Y muchas veces a otros familiares que también la necesitan.
¿Qué sentiste que esperaban de vos cuando te transformaste en madre?
Lo que hay detrás de las expectativas de las mujeres/madres. Detrás de las expectativas de la madre rozagante y completa con su bebé reluciente en brazos hay tantas historias como mujeres.
Hay mujeres asustadas y solas, otras sorprendidas y emocionadas. Hay historias de mujeres que buscan hijos y no han podido encontrarlos y van con esa pena en su corazón, que nadie ve.
Hay mujeres que pierden embarazos, hijos, y transitan duelos silenciosos.
Hay mujeres que tienen que enfrentar la enfermedad o discapacidad de un hijo en un mundo que aún hoy le cuesta mucho lidiar con lo diferente.
Hay mujeres que se quedan solas desde la gestación y es una soledad que solo ellas conocen.
Hay mujeres que van a parir muertas de miedo y son violentadas en el momento de mayor vulnerabilidad. Esta es una realidad que sí existe.
Hay mujeres que no pueden conciliar el cuidado de sus hijos con el trabajo. Y muchas veces, contra sus deseos y a pesar de sus lagrimas, se separan de sus hijos más de lo que quisieran.
Hay mujeres que estando con sus hijos se sienten profundamente solas y no se animan a decirlo.
Hay mujeres con una carga mental diaria importante.
Hay mujeres que se sorprenden con la maternidad, porque no era eso que esperaban, pero lo callan porque está mal visto.
Hay mujeres que se recrean una y mil veces para trascender sus propias historias rotas.
Mujeres con historias superadoras que se han sabido levantar una y mil veces.
Mujeres que tienen ganas de salir corriendo pero se quedan.
Mujeres sobrepasadas, angustiadas, culposas, enojadas, sufridas, etc, etc, etc.
Pero si las madres se ocupan de tanto…. y tienen un rol con tantas expectativas…
¿Quién en este mundo se ocupa de las madres?
Laura Krochik es Presidenta de la Asociación Civil Argentina de Puericultura.