La palabra puericultura viene del latín puer, pueris, que significa “niño” y cultura, que se traduce cómo “cultivo, cuidado”.

Tradicionalmente, se entendió la puericultura como el cuidado de los individuos a través del análisis de los distintos factores de crecimiento, el desarrollo de su inteligencia y las actividades que realiza en forma cotidiana, y de la búsqueda de un entorno de bienestar para el crecimiento y desarrollo desde su nacimiento hasta la adolescencia.

La Asociación Civil Argentina de Puericultura (ACADP) la define como la disciplina que se ocupa de brindar apoyo y acompañamiento en lactancia a las mujeres/personas gestantes y sus familias desde el embarazo hasta el destete, capacitando al equipo de salud y compartiendo sus saberes específicos con el resto de la comunidad científica y educativa.